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Making Comics in Japan: Entrevista e impresiones finales de las primeras alumnas.

En julio l’Escola Joso inició la prueba piloto del que será su nuevo curso, Making Comics in Japan, así como uno de los más ambiciosos de los que se han llevado a cabo hasta la fecha: enviar alumnos a Japón para realizar una publicación colectiva en un auténtico estudio de mangakas, bajo la supervisión de Ken Niimura y Takeshi Miyazawa, y, antes de regresar, presentar su obra ante editores autóctonos en una convención de cómic. Pero ese salto a Japón no iba a ser en frío, sino que el mes previo al viaje, tanto el arranque del proyecto como tutorías, correcciones de las primeras páginas, etc. se realizarían a través de videoconferencias con los dos profesionales nipones.

Ante el desafío que suponía un curso a caballo entre dos países tan lejanos, física, social, cultural y económicamente como Japón y España, se optó por un grupo reducido de cinco alumnas de Art Gràfic, con especial afinidad entre ellas y, sobre todo, pasión y talento para con el manga, como las encargadas de demostrar el éxito o no de la experiencia.

Meses atrás ya pudimos leer parte de los resultados en la primera entrevista que les realizamos justo antes de que partieran hacia Tokio, pero ahora, con la calma y perspectiva que otorgan el paso del tiempo, volvemos a preguntarles por su experiencia e impresiones finales acerca de Making Comics in Japan.

Con todos vosotros: Raquel Lara, Nuria Sanguino, Laura Romeu, Míriam Bonastre y Cristina Triana.

David: ¡Buenas, artistas! Hay un montón de preguntas por hacer, pero vayamos de lo general a lo concreto: ¿Qué tal ha sido la experiencia? ¿Valoraciones?

 

Raquel Lara: Como ya nos imaginábamos, como experiencia ha sido única e inigualable, sobre todo teniendo en cuenta lo que hablamos en la primera entrevista, que eramos las primeras y nadie nos había avisado de nada. Creo que ha superado todas nuestras expectativas, aunque, como en todo, hemos vivido todo tipo de situaciones.

Laura Romeu: ¡Para mí ha sido una experiencia 100% positiva! Los pequeños contratiempos e inconvenientes surgidos han resultado constructivos e, incluso, algunos han acabado siendo divertidos y merecedores de ser recordados entre risas y cariño. El viaje, y creo hablar por todas, nos ha enseñado mucho en muchos ámbitos, y volvemos a España con ideas muy claras, dudas nuevas (¡Siempre se agradece tener retos a los que enfrentarse!) ¡Y las pilas recargadísimas para tomar lápices, papeles y darle caña!

Nuria Sanguino:  Como bien dicen mis compañeras… Inigualable. Creo que esto nos ha hecho crecer como artistas, e incluso nos ha hecho crecer como personas. Porque hemos podido convivir y aprender de una cultura muy distinta a la nuestra. Sobre todo en el ámbito laboral, del que tanto hemos podido aprender. Nos llevamos para casa una buena cantidad de experiencias positivas, sin duda.


No por el hecho de ser extranjero no vas a poder trabajar en el mercado japonés, pero eso sí, ES NECESARIO hablar en japones, por más intérprete que tengas. Ese es el verdadero problema.


D.: ¿Y la publicación? ¿Qué os han dicho los editores japoneses?

 

L. R.: ¡Para mí fue la primera experiencia en lo que se refiere a una entrevista editorial! Aunque se empieza con el típico miedo inicial, la amabilidad japonesa no desapareció tampoco en ese ámbito, lo cual me hizo las cosas mucho más agradables y llevaderas. Las valoraciones, críticas y recomendaciones recibidas no sólo no me sorprendieron (hay que empezar a conocer los talones de Aquiles de cada uno), sino que me animaron realmente a darme más caña. Aunque me uno a mis compañeras respecto a la conclusión: ¿Publicar en Japón? Difícil, no imposible. Pero en ese caso, ¡Más vale ir aprendiendo Japonés desde ya!

N. S.: Toda entrevista con un editor, sea del país que sea,es una experiencia que debe vivirse sin miedo en nuestro mundillo, pero entrevistarse con editores japoneses fue realmente especial. Los editores allí son muy atentos.. De un modo muy tranquilo y con mucha amabilidad atienden a cada uno de los artistas. Es impresionante. Lógicamente, eso tiene la contrapartida de generar largas colas debido al tiempo que invierten en cada entrevista, por lo que sólo pudimos ir a dos editoriales. Pero fue estupendo ver el punto de vista de nuestro estilo en el otro lado del mundo. Yo salí muy contenta de las entrevistas, además de con ganas de tener más encuentros con editores.

Pero la conclusión fue que sí, es difícil publicar en japón, pero también lo es por los japoneses, ya que muchos de ellos aspiran a esos puestos de trabajo. Pero, desde luego, no es imposible. No por el hecho de ser extranjero no vas a poder trabajar en el mercado japonés, pero eso sí, ES NECESARIO hablar en japones, por más intérprete que tengas. Ese es el verdadero problema.

Páginas en proceso de Nuria Sanguino para Chisou.
Páginas en proceso de Nuria Sanguino para Gochisou.

D.: Más de uno pensará que con el inglés ya sería suficiente, pero veo que no es así. ¿Culturalmente son muy cerrados?

 

N. S.: En el entorno laboral son como deben ser: de cara al público son muy amables y atentos, y, además, son muy currantes, ya que se toman el trabajo como algo muy importante y que debe hacerse como es debido. Pero fuera del trabajo sí, son personas cerradas, aunque si te ven perdido por la calle lo más seguro es que alguien se acerque a ofrecerte su ayuda de un modo totalmente altruista.

L. R.: Sí, esa fama temo que no se la podemos quitar, je je. Pero su amabilidad desinteresada es realmente sorprendente. Aún así, quisiera destacar algo que me llamó especialmente la atención en aquellos japoneses que conocimos y que, por un motivo u otro, habían viajado fuera de su país: se les notaba una mente mas abierta, eran mas conscientes del cambio cultural y desde luego se alegraban de haber conocido otros países, culturas y personas.

 

Hay que ir con mucha actitud de trabajo, porque las dos primeras semanas son muchísimas horas y horas de trabajar. ¡Se cumple el mito de la vida de mangaka!

 

D.: Ken Niimura y Takeshi Miyazawa os dieron las tutorías en su estudio, en el que también pudísteis trabajar en vuestras páginas. ¿Qué es lo que más os ha llamado la atención de un estudio de mangakas?

 

R. L.: Me esperaba un sitio mucho más cerrado, con montones y montones de cómics, además de desordenado… pero, por el contrario, nos encontramos con un sitio espacioso, limpio y una pequeña biblioteca con unas pocas colecciones.

L. R.: Coincido con mi compañera, ¡Pues mi imagen sobre un estudio mangaka también era bastante mas pintoresca! Pero me encantó el sitio, y la familiaridad que se respiraba entre esas paredes. La pequeña cocina que realmente se usaba a menudo. ¡Y también supimos que sí, que ellos también duermen ahí de vez en cuando! Je je je.

 

Viñeta de Raquel Lara para Chisou en su versión japonesa.
Viñeta de Raquel Lara para Gochisou en su versión japonesa.

D.: A tenor de lo positivo de la experiencia, el curso se repetirá en próximos años. ¿Qué consejos daríais a todos aquellos que quieran realizarlo?

 

N. S.: Pues primeramente que aprendan lo básico de japonés, y, a ser posible, como mínimo, que sepan leer la escritura hiragana. Eso te puede sacar de muchos apuros cuotidianos

R. L.: Que no vayan 100% a la aventura: que se miren cosas con antelación, así como sitios que quieren visitar y qué tipo de tarjetas de tren-metro hay disponibles. No hace falta que lo planeen hasta el último detalle, pero sí que hayan mirado ya algunas cosas

Cristina Triana: Bueno, creo que de cara al curso lo mejor que les podría decir es que aprovechen bien el tiempo, que parece que el margen que te dan cunde más, pero realmente es bastante ajustado. Y que intenten aprender todo lo que puedan de la experiencia de trabajar en el estudio y de los profesores, que son dos grandes profesionales y tienen mucho que enseñar. Respecto al resto, muy de acuerdo con el tema de aprender un básico de japonés, ni que sea controlar un poco de hiragana y katakana, que te sacan de más de un apuro.

N. S.: Exactamente lo que ha dicho Cristina, hay que ir con mucha actitud de trabajo, porque las dos primeras semanas son muchísimas horas y horas de trabajar. ¡Se cumple el mito de la vida de mangaka!

L. R.: ¡Yo les diria muchas cosas! Pero ante todo, y aplicable tanto al curso como a la experiencia en si; que vayan a disfrutar y a exprimir al máximo des de el primer minuto. Que pregunten, que averiguen, que se despojen de la verguenza y el miedo, y vivan esto bien a gusto.

 

Todavía podemos apreciar los lápices (en azul) de estos originales de Míriam Bonastre para Chisou.
Todavía podemos apreciar los lápices (en azul) de estos originales de Míriam Bonastre para Gochisou.

 

D.: Bueno, y teniendo en cuenta que habéis sido las primeras en estrenar Making Comics in Japan, ¿Qué aspectos de éste cambiaríais o qué añadiríais?

 

N. S.: Pues cambiar poco, y añadir… ¡¡¡Más dias!! Ja ja. Quizás, en todo caso, cambiaría el mes en que se realiza el curso, porque agosto es el más caluroso.

R. L.: ¡Exacto!

Míriam Bonastre: La verdad es que el curso ha sido bastante completo y bien ejecutado, así que es difícil pensar en algo que tenga que cambiarse. Eso sí, hay un aspecto que estuvimos comentando pero que al final no pudo ser… Nos hubiera gustado ir a visitar alguna editorial para ver como se trabaja desde dentro, como es la relación editor-autor, etc. ¡Y como dice Nuria, añadir más días en la experiencia, por supuesto!

D.: Hablando de días; pasásteis unos cuantos conociendo Japón. ¿Por qué sitios fuisteis y qué os llamó más la atención de todo lo visitado? ¿Alguna recomendación o consejo turísticos para los futuros alumnos?

 

R. L.: Pudimos hacer una pequeña visita a Kyoto, Osaka y Nara. La verdad, no sabría destacar qué me llamó más la atención…todo era muy diferente: muchísima gente caminando, pero sin chocarse ni molestar; en Nara hay un equilibrio con la naturaleza que aquí sería imposible, ya que a los dos días ya no quedarían animales; la poca gente fumando por la calle; que no hay cafeterías con terrazas.. no sé, todo era llamativo. Y recomendación turística, sobre todo por el tema comidas,  si realmente quieren probar cosas diferentes o ir a restaurantes guays, haced antes una pequeña búsqueda, ya que esos sitios suelen estar en plantas dentro de edificios.

 

Una de las páginas de Laura Romeu para la edición original de Gochisou.
Una de las páginas de Laura Romeu para la edición original de Gochisou.

 

D.: ¿Y dónde y cuándo podremos ver el fruto de este curso, Gochisou, vuestra publicación colectiva?

 

R. L.: Hicimos una exposición en Olivart, pero no pudimos vender ejemplares en la propia galería. De todos modos, sí pudimos mostrar Making Comics in Japan, además de venderlo, en este último Salón del Manga.

Por ahora, podéis encontrar el cómic en la Joso, tanto en su versión original (en japonés), como en la reedición que hicimos en castellano.  Si siguen surgiendo oportunidades como dar charlas acerca del proyecto o explicar nuestra experiencia, tenemos intención de aprovecharlas e intentar vender todos los ejemplares que podemos.

Respecto a colgarlo en internet, la verdad es que todavía no nos lo hemos planteado.

 

Cristina Triana, aplicando tramas a sus páginas de Chisou durante su estancia en Tokio.
Cristina Triana, aplicando tramas a sus páginas de Gochisou durante su estancia en Tokio.

 

D.: Y, para acabar, ¿Hacia dónde os gustaría orientar vuestra carrera como dibujantes profesionales, ahora que estáis a punto de emprender el vuelo fuera de la Joso?

 

N. S.: Yo me quedo con el cómic. Me gusta contar historias a través de las viñetas, aunque también disfruto con el concept art: crear mundos, personajes y escenarios es genial.

Pero creo que hablo por todas cuando digo que no me cierro puertas, todo depende del proyecto. Si me proponen hacer ilustraciones o algún diseño y me veo capaz de cumplir con el encargo, lo haría. Es lo bueno de ser dibujante: hay mucho para elegir y de todo se aprende.

R. L.: Totalmente de acuerdo con Nuria. No me cierro puertas a lo que pueda surgir, aunque en mi caso sí que no pongo el cómic como primera opción, en todo caso, concept art, ilustración o storyboards.

C. T.: Por mi parte, no me cierro puertas a ningún campo, pero lo que más he hecho ha sido ilustración y cómic, así que quizás sea con lo que estoy más cómoda. En cualquier caso, creo que por ahora no estoy en condiciones de ponerme a escoger, así que cualquier cosa será bienvenida.

L. R.: ¡Acabar este curso no es, para nada, sinónimo de terminar mi formación! Aún me queda mucho por aprender, pero mientras continuo formándome,  sí que voy a tratar de dar el primer paso en mundo laboral. ¡Es hora de empezar a mover el portfolio y enfrentarse a las editoriales!

Respecto a la especialidad, al igual que mis compañeras, no digo no a nada, aunque en lo que a gusto se refiere, primero está la ilustración y luego el cómic.

 

Poco más hay que decir: cinco alumnas que han podido vivir la experiencia de trabajar como mangakas tanto desde la distancia como en el propio epicentro del género: Japón. Desde la escuela consideramos que el curso ha cumplido las expectativas depositadas en él y vamos a seguir ofertándolo, por lo que para más información al respecto, así como solicitar plazas, podéis poneros en contacto con nosotros, que estaremos encantados de atenderos, o, si acudís personalmente, también podréis haceros con un ejemplar del trabajo de Raquel, Laura, Míriam, Nuria y Cristina: Gochisou.

 

Mientras, os invitamos a que visitéis sus respectivas páginas para comprobar la evolución de estas cinco artistazas:

 

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