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Crowdfunding de Nosferatu! Entrevista a Diego Olmos

¿Vampiros? Ah, sí, Crepúsculo. Enclenques metrosexuales que brillan en la oscuridad y pelean por adolescentes con licántropos cargados de esteroides. A este punto abisal ha llegado la leyenda de los chupasangres, pese a que en sus inicios, el genero cinematográfico responsable de su actual decadencia, fuera más respetuosos con el concepto de vampiro. Ahí está Nosferatu, de F. W. Murnau, con un aire decadente y malsano que no se ha vuelto a repetir, por lo menos, en la gran pantalla, pero que fue suficiente para impactar a generaciones enteras de aficionados al cine de terror.

Entre ellos, a Diego Olmos, uno de los más importantes autores de cómic de estos lares y profesor de l’Escola Joso, quien ha decidido rendir homenaje al vampiro que lo dejó aterrorizado en la butaca del cine y llevar a la viñeta el Nosferatu de Murnau, reivindicando casi un siglo después, el miedo y repugnancia atávicos que deberían generar la figura del chupasangres.

Pero para ello son necesarios dos ingredientes: el primero, su talento y tesón ya los tenemos, pues Olmos lleva años dedicando tiempo a esta adaptación de la que ya hay un considerable número de páginas acabadas. El segundo, es la financiación, y allí entramos todos vía crowdfunding, porque lejos de intermediarios, ésta obra va a ir desde la mesa del dibujante a las manos del lector, del mismo modo en que lo han hecho (exitosamente, además) Danide y Jordi Pastor con Máculas.

Así pues, hemos entrevistado a Diego Olmos para responderos a cualquier duda o detalle sobre el proyecto de Nosferatu y, sobre todo, que tras esto os animéis a formar parte de un proyecto que, ya no solo por su calidad como cómic, sino por justicia histórica con la figura del vampiro, vale mucho la pena:

David: En la carta de presentación del proyecto leemos que quieres recuperar el Nosferatu de Murnau frente a la visión más hollywoodesca del vampiro de Bram Stoker. Pero entrando más en detalles, ¿Qué nos puedes ofrecer que no se haya dicho y hecho ya sobre ese clásico?

Diego Olmos: Esa es una pregunta comprometida, ya que corro el peligro de desvelar cosas que me gustaría reservar para el momento de la lectura, pero intentaré explicarme sin dar demasiados detalles. Durante los últimos casi 100 años  la figura del vampiro ha sufrido una transformación bastante radical, no tanto en los elementos accesorios como los colmillos, la luz del sol, etc., como en el discurso conceptual, hasta acabar convertido en una entidad atractiva, romántica en la concepción moderna del termino, muy alejado de su sentido primigenio. Mi intención es devolverle a su esencia, un ser corrupto, dañino, putrefacto tanto en su aspecto exterior como en el interior, hermético, movido solo por malas intenciones, sin toda esa aura de dandy que nos ha mostrado la cultura popular en los últimos años.

En su origen, en la tradición rumana, el no-muerto tenía connotaciones siempre negativas,  no solo como muerto reanimado que quería dañar a sus seres queridos en vida, sino como portador de toda clase de males, tanto físicos como espirituales, capaz de corromper las vidas de los mortales en todas sus facetas. Más una plaga y un portador de la muerte, que un ser noble caído en desgracia.

Y con esa intención de buscar lo esencial del mito he abordado la obra, eliminando lo accesorio para potenciar el concepto inicial de Stocker cuando escribió Dracula y de Murnau cuando decidió adaptarlo. Mostrar al vampiro como un ser patético, y a la vez terrible, que solo se mueve por oscuros instintos y que destruirá en su camino la vida de multitud de personas y sus ilusiones.

Solo que lo penséis un poco os daréis cuenta de que la propuesta de Murnau se ha mantenido intacta durante décadas, ya que el vampiro que es popular y que se ha desarrollado es el de Lugosi y Hollywood, no el desagradable personaje de la película clásica, más allá de algún acercamiento más estético que conceptual, en la serie B y los videojuegos.

D.: ¿Entonces, habrá cambios esenciales en la trama clásica o serán más bien sutiles?

D. O.: Depende. En algunos aspectos me mantengo bastante fiel a los hechos mostrados en la película, pero en otros le doy la vuelta intentando acentuar las ideas que a mi me transmite el mito. Son cambios sutiles en algunos casos, más acentuados en otros, sobre todo en la linea temporal, pero que potencian el mensaje que quiero transmitir.

D.: Llama la atención que lejos de otros animales más habituales, como el murciélago, estableces una relación entre vampiros y mosquitos. 

D. O.: Sí, no solo los mosquitos, sino todos esos seres que son parásitos y que se alimentan de otros seres, robándoles lo más vital, la sangre. La sangre nos da vida, anima nuestro cuerpo, pero también es un vehículo interno para la transmisión de enfermedades. Mucha de esa idea hay en el libro.

D.: ¿Nos puedes adelantar algún momento de la obra en que vamos a quedar boquiabiertos?

D. O.: En lo de dejar a la gente boquiabierta es difícil de decir, espero que si en algún momento, pero no pienso en esos términos cuando me planteo la obra.

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Diego Olmos ha intentado plasmar el ambiente desagradable y opresivo de la obra de Murnau.

D.: En tu bibliografía abundan los toques fantásticos con regusto romántico (históricamente hablando) y decadente, por lo que no es de extrañar que te hayas lanzado a adaptar Nosferatu, pero ¿Cómo surgió la idea del proyecto?

D. O.: Vi el Nosferatu de Herzog con 9 o 10 años en el cine, y fue la cosa más terrorífica y decadente que había visto hasta entonces. Supongo que ahí quedo plantada una semilla que creció con los años.

Por otro lado, muchos conocéis mi fascinación por el cine expresionista alemán. Comencé mi carrera adaptando El gabinete del dr. Caligari y desde el principio tuve la intención de que éste fuera el primer libro de una serie de adaptaciones de películas de la época. Siempre he tenido claro que mi segunda adaptación sería Nosferatu, por las connotaciones emocionales y conceptuales que siento por esta obra.

Si todo va bien, espero no quedarme aquí y tener la oportunidad de adaptar otras películas. Quizá es muy osado por mi parte decirlo ahora, pero mi siguiente película a adaptar me gustaría que fuera El Golem. Cruzo los dedos para poder hacerla algún día.

D.: ¿En el aspecto gráfico cuáles han sido tus referentes?

D. O.: Bueno, los habituales en mi trabajo, Corben, Mignola, Breccia, Toppi, Battaglia… Aunque en esta ocasión estoy acabando los dibujos con una nueva técnica, lejos de mi habitual trabajo a tinta, con la que potencio el volumen y la atmósfera, intentando aproximar la sensación gráfica al visionado de una vieja película. Es un acabado gráfico diferente que aleja el aspecto final de otros de mis trabajos y de las tendencias actuales habituales en los cómics. Espero que os guste.

D.: ¿Es una tarea que realizarás íntegramente o contarás con colaboraciones para el entintado, color, etc?

D. O.: No, me encargo de todo el proceso yo solo, desde el proceso inicial de adaptación, storyboard, guión, dibujo, grises y color. Un montón de trabajo.

D.: Y hablando de color; veo que podemos elegir entre la versión en blanco y negro y la edición a todo color. ¿Tú con cuál de tus retoños te quedarías?

D. O.: Mi idea inicial era hacerlo solo en blanco y negro, más bien en grises, pero luego se me paso por la cabeza hacer una prueba de color por simple curiosidad y me gusto el resultado. Pierde un poco la intención que he comentado de aproximarse a la sensación de ver una vieja película, pero gana a la hora de potenciar las atmósferas, y en transmitir emociones, así que no sabría escoger una. Prefiero que el gente escoja la que más le guste.

D.: Eres profesor de narrativa en la Joso, ¿Qué has intentado potenciar al respecto en Nosferatu?

D. O.: Pues todo. Siempre pienso principalmente en lo narrativo cuando acometo una obra, por encima de la parte más estética. ¿Qué sentido tiene un cómic si es muy bonito pero no se entiende lo que el autor desea transmitir? Eso intento que comprendan mis alumnos y eso mismo aplico siempre a mi trabajo. Aunque en esta obra he intentado equilibrar las dos cosas, ir un poco más allá, que una cosa complemente a la otra. Espero que se note.

D.: Existe el artbook. ¿Qué incluyes en él?

D. O.: Pues un poco de todo, lápices, bocetos, diseños, dibujos descartados… De estos hay bastantes. Es un bonito complemento al libro.

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Dos de las distintas ediciones de Nosferatu que podéis adquirir en el crowdfunding.

D.: De poder elegir una recompensa, ¿Cuál recomiendas?

D. O.: Pues la commission siempre es algo especial, un original solo para ti por el precio del libro, un chollo! Prometo currármelas!

También se sortearan dibujos originales de un montón de amigos dibujantes, ya van llegando y son una pasada. Tengo ya las de J.M. Cano y de Javier Fernández, pero habrá de Dani Acuña, Roger Ibañez, Francis Portela, Sagar, Jaime Calderon y un largo etcétera… Yo me los quedaría todos, pero son para vosotros!

D.: Ya que estamos con el crowdfunding, ¿Por qué has optado por esta vía y qué ventajas e inconvenientes le estás encontrando?

D. O.: Opté por este modelo por varios motivos, el principal porque es una manera de tratar directamente con los lectores, sin tantos intermediarios, y es bonito ver que la gente cree en lo que haces y quiere aportar su dinero, que tanto les cuesta ganar, para que tú puedas  hacer tu libro y ganarte la vida con ello. ¡Doy las gracias a todos los que me apoyan!

También me gusta lanzarme a cosas nuevas y buscar nuevos modelos que permitan sobrevivir al cómic entre tanta oferta de ocio. Realmente creo que las formulas están empezando a nacer y que son el futuro del medio. A saber que cosas nuevas se nos ocurrirán en los próximos años.

D.: Y, finalmente, tras todo esto, ¿Qué más dirías a los que nos leen para que se decidan a participar de Nosferatu?

D. O.: Siempre he creído que las personas dan lo mejor de sí mismos cuando hacen cosas que les apasionan, en las que creen de verdad. Bien, pues yo creo en este proyecto. Llevo trabajando en él los últimos tres años, en los ratos libres que me quedaban entre trabajo y trabajo,  tengo dibujadas casi 60 páginas de las 100 que tendrá el libro, y he tenido tiempo de madurar la idea como no he podido en otros trabajos. Estoy muy satisfecho con cómo está quedando y creo que será una de mis mejores obras, así que creo que de verdad va a valer la pena y que los que apuesten por Nosferatu no se sentirán defraudados. Espero que así sea.

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