Al igual que Barcelona, l’Escola Joso se vanagloria de ser un espacio cosmopólita, y por ella han pasado ya no solo alumnos de todas partes del estado, sino de rincones tan dispares como Austria, Ecuador, Israel, Uruguay, Francia, Grecia, Venezuela, Colombia o, incluso, Guinea Ecuatorial.
De este último país es de donde procede Leonardo Lumu, ex alumno que recientemente presentó en nuestras instalaciones uno de sus últimos trabajos publicados: Animales, de la editorial Wanafrica, en el que pone su talento gráfico al servicio de la difusión y conocimiento de lenguas africanas como el mandinka o el wolof entre los más jóvenes.
Y como estamos encantados tanto de que haya pasado de nuevo por la escuela como del arranque de su carrera profesional, hemos querido hacerle una entrevista para saber más acerca de él. Con todos vosotros, Leonardo Lumu:
David: ¡Buenas, Leo! Cuéntanos, ¿Cómo te iniciaste en el mundo del cómic?
Leonardo Lumu: Vengo de un pueblo muy pequeño llamado Luba que es un distrito de la provincia sur que forma parte de la isla de Bioko, donde también está Malabo, la capital de Guinea ecuatorial.
Recuerdo que de pequeño, a los 6 y 7 años, iba a la biblioteca de los salesianos que tenia a una manzana de mi casa para leer los libros de cuentos infantiles. Bueno, más que leer me dedicaba a mirar los dibujos. No empecé a dibujar hasta que me fui a vivir a la ciudad, donde descubrí los centros culturales francés y español. En las bibliotecas de ambos había un buen repertorio de cómics, y eso para mí era como un regalo. Más tarde, descubrí a jóvenes con talento haciendo réplicas de esos cómics, y me sorprendía mucho ver cómo lo hacían, así que, ni corto ni perezoso, una tarde me puse con un amigo a dibujar (fue hacia las 18h.; todavía me acuerdo de eso porque para esa hora el sol en Guinea ya ni se ve). A partir de ese momento, no solté el bolígrafo ni dejé de dibujar.
D.: Eres de Guinea Ecuatorial, que pese a haber sido colonia española, sigue siendo una gran desconocida para la mayoría de nosotros. ¿Qué cultura del cómic llega allí? ¿Y en cuanto a artes gráficas y plásticas, cómo es el panorama guineano?
L. L.: En Guinea crecimos con cómics de los años 60, como Mortadelo y Filemón, Snoopy, Mafalda, Zipi y Zape. Así como cómic de autores de selecciones ilustradas y, sobre todo, cómic francés.
Sin embargo, la mía ha sido una generación de dibujantes: culturalmente bebimos del manga, en la línea de Bola de Dragon, Nicky Larson, Caballeros del Zodiaco, Lupin III, Mazinger Z, etc. La serie de Akira Toriyama produjo un efecto notable en la cultura del cómic, y muy especialmente en los jóvenes, que de repente descubrimos que había mas dibujantes además que nos habían llegado hasta el momento.
Por otro lado, durante mi infancia, el centro cultural español impartía clases de bellas artes, pero además de que no podía pagar esas clases, el horario de éstas tampoco me iba bien porque yo estudiaba. En general, el panorama en artes gráficas y plásticas era precario y pocos conocían el oficio. Hoy por hoy, hay gente que hace graffiti, tatuajes y pinturas sobre lienzo. La cultura en este ámbito va creciendo.
D.: Has pasado por l’Escola Joso, ¿Qué cursos has realizado y cuál es tu valoración de la experiencia?
L. L.: En l’Escola Joso hice el curso de Ilustración. Para mí, la Joso no es solamente una escuela; estar allí era como estar en casa, es de las mejores de las que estado en Barcelona. Me sentí allí como en familia. Como valoración le daría un diez.
D.: Centrándonos en lo profesional, ¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta la fecha?
L. L.: Hasta ahora, había hecho pequeñas publicaciones en la Escola d’adults de Santa Eulàlia. También ilustraciones para una plataforma de profesores online y pegatinas con l’Escola Joso.
En lo relativo a concursos, me he presentado tanto en el del Instituto Mundet de Barcelona, como en otro relacionado con Don Quijote de la Mancha, quedando en segundo lugar en ambos.
En estos momentos, tras la editorial Wanafrica, estoy trabajando con la editorial EDB.
D.: ¿Te decantas más por la ilustración o por el cómic?
L. L.: Me decanto por el cómic, que es lo que siempre hice, pero continuo con ambos, tanto cómic como ilustración.
D.: En Animales, de la editorial Wanafrica, te centras en la ilustración infantil; ¿Cómo ha sido la experiencia y qué desafíos implica para un dibujante de cómic?
L. L.: Este proyecto ha sido muy divertido a la hora de crear el estilo y diseñar los personajes, aunque, como en cualquier otro trabajo, siempre hay dificultades que nos obligan a aprender y descubrir nuevos hilos y enfoques. Por ejemplo, fue un poco complicado el enfoque de cada ilustración, tanto por los colores a elegir como por el estilo.
D.: ¿Con qué técnicas has trabajado?
L. L.: En el proyecto Animales trabajé digitalmente los colores, excepto la línea que fue hecha a mano.
D.: En esta publicación, al igual que en las del resto de la editorial, el factor cultural tiene un peso muy importante al intentar acercar las diferentes culturas africanas a Occidente. ¿Te has planteado adaptar al cómic o ilustrar folklore o historias del corazón de África?
L. L.: Alguna vez sí he pensado hacer historias africanas, pero de un modo abierto a las culturas tanto de Occidente como de África. De hecho, me propusieron ilustrar varias leyendas guineanas, un encargo con el que volví a conectar con mis raíces.
D.: ¿Y cuáles son tus principales referentes artísticos? ¿Algún autor o cómic en especial?
L. L.: Algunas de mis referencias artísticas son Frazetta, Buscema, Josep Homs, Roger Ibáñez, además de dibujantes de selecciones ilustradas como Bermejo, Ramón Torrents, Pujola, etc…
D.: El mundo de las artes gráficas no es especialmente fácil, sobre todo en los inicios de todo profesional; ¿Con qué problemas te has encontrado, a nivel laboral, hasta la fecha?
L. L.: A nivel laboral el mayor problema es la escasa demanda en este sector y cómo se valora y paga, la mayoría de veces muy por debajo del valor “real”.
D.: ¿Cómo te gustaría verte, profesionalmente, dentro de quince años?
L. L.: Profesionalmente no tengo una previsión del tiempo respecto al mañana. Pero me gustaría estar trabajando de dibujante de cómic como de ilustrador y quizá retomar la animación y tener mi propio estudio de trabajo.
D.: Pues por nuestra parte solo nos queda seguir deseándote suerte en lo profesional y poder verte pronto presentando nuevas publicaciones tanto en nuestra escuela como fuera de ella, además de agradecerte la entrevista.
L. L.: ¡Gracias a vosotros!