No solo de manga vive el dibujante ni únicamente de Barcelona l’Escola Joso. Y es que tal y como muchos de los alumnos empiezan con el popular estilo japonés y progresivamente descubren y se decantan por otros registros gráficos y narrativos, la escuela, con el paso de los años, ha ido atrayendo cada vez más estudiantes de fuera de la capital catalana.
Ambas observaciones vienen de perlas para presentar a uno de nuestros más recientes ex alumnos, Marcel Pérez, quien llegó desde Manresa con un estilo manga muy marcado para encontrarse, en la actualidad, trabajando para algo tan diferente como la gigantesca Disney.
Pero quién mejor que él para explicarnos ésta evolución, por lo que, sin más dilación, damos paso a la entrevista que le hicimos:
David: ¡Buenas, Marcel! Ya han pasado dos años desde que terminaste tus estudios en la Joso. ¿Qué tal te ha ido durante todo este tiempo a nivel profesional y artístico?
Marcel Pérez: ¡Pues han sido unos años terriblemente intensos! Podría decir que me ha ido muy bien en ese campo, porque ha sido una época de muchos cambios y de mucha actividad desde que me mudé a Barcelona para hacer asignaturas de Art Gràfic en la Escuela Joso.
D.: Si no me equivoco, te mudaste desde Manresa, ¿No? Antes habías cursado otros estudios relacionados con la ilustración y las artes gráficas?
M. P.: Pues sí, sobre los 14 años empecé en Manresa estudiando cómic en una escuela subordinada a la Joso, l’Estudi Blau/Joso. Fue la primera vez que me ponía en serio a estudiar algo de dibujo, y además ahí conocí a varios profesores de la Escuela Joso de Barcelona, cosa que me influyó a ir años más tarde allí. Además, de por medio, cursé Bellas Artes en la universidad de Barcelona, así que ya ves que aburrirme, no me aburrí.
D.: ¿Y en la Joso qué cursos realizaste?
M. P.: Estuve haciendo varias asignaturas de Art Gràfic. Ahí aprendí y me motivé mucho, mientras lo compaginaba con trabajar. Aparte, también pude acceder a un curso de Disney organizado desde la Escuela Joso para aspirantes a dibujar en sus cómics. Esa parte ha sido un factor muy fuerte de cambio, ya que aposté enormemente por esa oportunidad. Ahora estoy empezando a trabajar en las revistas de Princesas Disney, dibujando a los personajes de sus películas animadas, como Enredados o La Bella y la Bestia.
D.: Caray, parece que ha sido coser y cantar, pero imagino que detrás de todo eso ha habido un proceso y una rutina de trabajo importantes. ¿Cómo es tu jornada habitual?
M. P.: ¡Pues la verdad es que el proceso más duro que ha habido ha sido el de conseguir establecer una rutina! Es complicado cuando nadie te impone o exige unos horarios, además de porque un dibujante no mide su trabajo por las horas invertidas, si no por si logra o no logra acabar con éxito y a tiempo el dibujo en que está metido.
Normalmente me levanto a las 9 y pico (esa fue la parte más dura… ¡Si no iba con cuidado tenía una facilidad terrible para dormirme de nuevo!), y me doy una hora para despertarme, desayunar y ponerme a punto. Después suelo estar dibujando todas la horas necesarias hasta cubrir el plan del día. ¡Aunque, por lo general, faltan horas! Si todo va bien, hago algunas pausas para comer y para ir al gimnasio, y sigo dibujando hasta la 1 o las 2, que es cuando ya me voy a dormir. La idea es reservar para el descanso los fines de semana, y normalmente lo consigo… pero luego hay las épocas de demasiado trabajo en que simplemente el descontrol es absoluto, ¡Ja ja ja!
D.: Habrás tenido que repetirte muchos mantras y aplicar mucho aprendizaje. ¿Cuáles crees que han sido las nociones, conceptos o prácticas que más te han ayudado de entre todas las aprendidas tanto en la Joso como fuera de ella?
M. P.: ¡La verdad es que sí! Sinceramente, creo que lo más importante es la doctrina del trabajo constante, y la de la autocrítica. La Joso y los estudios artísticos me han ayudado a aprender a rodearme de gente que no tenía miedo a criticarme un dibujo, y, además, de encajarlo siempre con positividad y humildad. Hay mucha más dificultad de la que parece en el mero hecho de aceptar que tus dibujos «siempre pueden ser mejorables». Y, sobre todo, que nunca hay que estancarse y siempre hay que salir en la medida de lo posible de la famosa «zona de confort». Probar cosas que no dominaba siempre me ha traído resultados muy positivos.
D.: Eso se nota viendo cómo has pasado de un estilo puramente manga a, por ejemplo ahora, hacer personajes para Disney. Hay algún truco o consejo que darías, por experiencia propia, a aquellos que, como has dicho, no salen de la zona de confort?
M. P.: Que se pregunten siempre por qué dibujan como dibujan. Que miren a autores que les gustan y se pregunten por qué les gustan de ese modo, y que no tengan miedo de renunciar a partes de su estilo si ven que éstas les molestan, aunque sea parcialmente. Creo que cualquiera que se esté cuestionando todo eso acaba teniendo ganas de probar de salir de la zona de confort aunque solo sea por curiosidad. Eso sí: no salgáis solo una vez. La primera vez que lo hagáis probablemente saldrá una porquería. Acostumbráos a ello, hacedlo vuestro… Que recuerden siempre que un «estilo» debe permitir dibujar de todo y adaptarse a varias cosas, no puede ser inflexible. De lo contrario, creo que no estamos hablando de un estilo, sino más bien de una limitación. Yo aún estoy constantemente así, por lo que no sé cómo va a acabar siendo eso que dicen «mi estilo».
D.: ¿Y qué autores han sido o siguen siendo inspiración para ti?
M. P.: Pues un detalle que poca gente sabe es que todo mi dibujo actual partió de inspirarme, en la adolescencia temprana, en el dibujo de Nobuhiro Watsuki, el autor de Rurouni Kenshin… ¡Yo hasta ese día dibujaba a lo Mortadelo!
A partir de ese cambio de universo debo citar a influencias más actuales, como Takehiko Inoue, Juanjo Guarnido y Marini, que me inspiraron para pintar en acuarelas… A Naoki Urasawa, que revolucionó todo el concepto de lo que yo creía que se podía narrar y dibujar en una historiade manga (y en un cómic en general), Roger Ibáñez y Pepe Larraz, de los que intento entender cómo narices consiguen tener un trazo tan bonito…
D.: ¿Cómo afrontas el reto que supone trabajar para un gigante como Disney? ¿Cómo son los encargos y la manera de trabajar con ellos?
M. P.: La verdad es que lo he afrontado a partes iguales con mucho respeto e ilusión. Sé el nivel que se me va a exigir pero no puedo evitar sentirme profundamente emocionado por dibujar esos personajes que definieron mi infancia. El proceso suele ser el habitual en esto tipo de trabajos: hay una supervisión constante a cada paso del trabajo, desde el boceto o storyboard, pasando por los primeros lápices en serio, y el resultado final, incluyendo posibles correcciones por diversos motivos y que tienes que saber solucionar. Este proceso lo sigo también para la otra compañía para la que estoy trabajando, la editorial No Lands Cómics, en la que ahora ando preparando un nuevo cómic. Los dos proyectos me hacen una ilusión tremenda y cada uno me da cosas en las que divertirme dibujando que el otro no me da, así que es genial.
D.: Cuéntame más sobre ese proyecto con No Lands.
M. P.: Pues es una editorial muy reciente (tuvimos nuestro primer stand en el pasado Salón del Manga de Barcelona), ¡Pero con la intención de dar mucha guerra! La formamos un equipo de varios dibujantes, coloristas, guionistas, etc. y todas las series de cómic están ambientadas en un mismo universo de fantasía, pero tocando distintos géneros en cada historia, para todo tipo de públicos. Hay humor, acción, drama, sangre y batallas… Así cada lector encuentra su historia favorita y con cada nuevo cómic se puede ir implicando cada vez más en ese universo.
Hasta ahora yo había trabajado como colorista en una de las series, Aarthalan Adventures, y desde hace poco ando preparando otro proyecto que verá la luz con ellos. De momento no puedo decirte mucho más, pero me lo estoy pasando genial, ya que diseñar e imaginar universos de fantasía es algo que siempre me ha encantado. ¡Creo que está teniendo muy buena pinta! Pronto habrá más noticias sobre este tema en las redes sociales, ya que No Lands Comics lo anunciará debidamente. ¡Además, si os pasáis por su página de Facebook también veréis todo el material chulo que ya llevan editado!
Resumiendo; en la serie de No Lands disfruto como loco creativamente con y la posibilidad de contribuir a expandir su universo, y en Disney la enorme felicidad de estar dibujando unos personajes que son íconos para millones de personas: cada vez que dibujas la cara de Bella, o de Rapunzel, por ejemplo, es una ilusión muy grande.
En los dos sitios me estoy intentando poner al límite de mis habilidades… ¡Así que espero que se note!
D.: Puede decirse entonces que estás en ambos extremos del mundo editorial: en una gran multinacional y en una pequeña editora independiente. ¿Con cuál te sientes, de momento, más cómodo?
M. P.: ¡Cierto! Y además estoy metido en otro proyecto editorial del que, por desgracia, todavía puedo detallar mucho. Así que ya ves, no me aburro para nada, ¡Ja ja!
Pero sí, no me había planteado este contraste entre ambos trabajos y resulta curioso. Además, No Lands aún es muy nueva. Imagino que ahora mismo en cuanto a comodidad debería decir que en No Lands, por la sencilla razón de que ahí puedo dibujar a mi estilo. El trabajo en Disney tiene que parece sacado de sus películas de animación, por lo que debo adaptarme a ello y eso hace que hasta que me acostumbre y aprenda bien el estilo deba estar muy alerta de no meter la pata. Por otro lado, lo bueno es que eso me obliga a estar analizando constantemente a los grandes maestros de la compañía (como Glean Keane) y realmente se aprende muchísimo de ellos, por lo que han mejorado mi dibujo en mil formas sutiles que he empezado a notar. ¡Tengo muchas ganas de coger experiencia y afianzarme en los dos puestos de trabajo, ya que la combinación de ambos me resulta muy gratificante!
D.: Viendo tus ilustraciones, observo que muchas de ellas son encargos (comissions en inglés). ¿Uno se puede llegar a ganar la vida con este tipo de trabajos? ¿Cómo sueles conseguirlos?
M. P.: ¡Sí! La verdad es que se puede, aunque cuesta mucho. ¡Algunos meses, incluso, pude llegar a pagar el alquiler con ello! Aunque normalmente las commissions son más un sobresueldo, ya que van y vienen de forma irregular, por lo que algún mes puedes tener sequía de ellas. Pero si uno se dedica a promocionarse por las redes sociales y a mostrar todos los dibujos que haga, poco a poco van llegando, y en mi caso no pararon mientras les estuve dedicando publicidad. Eso sí, hay que ir sembrando progresivamente, y cuesta. Yo recomiendo usar las páginas de artista de Facebook o promocionarse en alguna web de artistas como DeviantArt.
D.: ¿Y hablando de trabajo, qué primer paso a dar aconsejarías a todos aquellos alumnos de la Joso que están en su último año y que pretenden dedicarse al mundo del cómic y la ilustración?
M. P.: Para empezar les daría dos: que siempre estén mentalizados para encajar una critica dura y aceptar que sus dibujos aún son mejorables (¡Teniendo eso claro se aprende muchísimo!).
Lo segundo es que el hecho de saberlo no les pare. Que nunca caigan en la trampa de pensar «ya enseñaré mis dibujos o mi proyecto a esa editorial cuando dibuje mejor». Yo caí mucho en ella y os lo digo ahora: nunca os va a parecer que ya dibujáis lo bastante bien. Y, al final, lo que habréis conseguido va a ser perder un tiempo precioso en que los editores de cómic os habrían podido conocer. En el peor de los casos, si no érais lo bastante buenos, de las críticas y consejos que os den se pueden sacar muy buenas pistas para mejorar y publicar en esa editorial u otras, así que no se trata de acto inútil.
De verdad, no dejéis las cosas para «la próxima vez». ¡Os lo dice alguien que sabe lo que es meter la pata con esto!
D.: El espacio ya se nos acaba, y a modo de despedida, qué tres cómics llevarías contigo a una isla desierta?
M. P.: ¡Esta es difícil! Creo que me llevaría Blacksad, Monster (aunque ya me la sé de memoria) y todo lo que pueda pillar de Sandman, que siempre es una gozada de leer. Ya de paso, si puedo, escondería algún otro cómic debajo de la camiseta, a ver si cuela…
D.: Bueno, ante todo, muchísimas gracias por tu tiempo y atención, Marcel, además de por tus consejos, que seguramente serán de provecho a más de uno. Aprovecho también para desearte suerte en tu simultánea andadura en Disney y No Lands ¡Aunque viendo tu nivelazo y rutina de trabajo, creo que no te hará falta! Por lo pronto, aquí estaremos pendientes de anunciar cuándo podrá hacerse el público con algunas de tus obras en su tienda de cómic más cercana.
M. P.: ¡Muchas gracias a vosotros por la entrevista!
Y, como siempre, os dejamos con el enlace a la página del entrevistado, para que os deleitéis con más material o contactéis con él:
Marcel Pérez